Energías renovables
Renewable energy
El reto
Más de 2 500 millones de personas dependen de la biomasa, como la leña, el carbón vegetal, los residuos agrícolas y el estiércol animal, para satisfacer sus necesidades energéticas de la preparación de alimentos. En muchos países, estos recursos representan más del 90 % del consumo de energía de los hogares.
La dependencia de la biomasa tradicional plantea efectos graves para la salud de las personas que viven en zonas rurales, como las enfermedades respiratorias crónicas y las infecciones oculares. Las mujeres de las zonas rurales también dedican gran parte de su tiempo a recoger leña, lo que contribuye a la fatiga física.
La oportunidad
El potencial de las tecnologías de energía renovable (RET) es mayor a nivel doméstico. El uso de RET para la producción agrícola significa que los agricultores pueden llevar a cabo actividades de mayor valor agregado ( por ejemplo, trituración, molienda, secado, almacenamiento) y pueden acceder a recursos hídricos mediante bombas solares para riego y agua potable limpia.
Los usos productivos de la energía pueden contribuir a proporcionar calor y electricidad para la conservación de los alimentos (secado, refrigeración y congelación), evitando asila pérdida de una parte importante de la cosecha entre la recolección, el transporte y la venta en los mercados.
La cadena de producción de alimentos requiere la aplicación de tecnologías de energía renovable que mejoren el procesamiento de los productos agrícolas, lo que se traduce en empresas nacionales más fuertes.. Las máquinas que funcionan con energía fotovoltaica (PV) (trituradoras, molinos y bombas de agua mecánicas o eléctricas) también pueden utilizarse en las plantas de procesamiento de cultivos, frutas y especias, refrigeración, fabricación de hielo, almacenamiento en frío y secado.
Nuestra labor
El FIDA integra las tecnologías de energía renovable en la agricultura en pequeña escala para mejorar la producción agrícola, el procesamiento y el tratamiento posterior a la cosecha.
Aunque la expansión descentralizada de la energía renovable en los países en desarrollo no puede ser una solución universal, su vinculación con las actividades económicas rurales puede contribuir a aumentar la productividad.
Gracias al Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP), el FIDA ha promovido la mejora de las estufas de cocina, los digestores de biogás y los sistemas de bombeo alimentados con energía solar en Bolivia, Malí, Nigeria y Kenya, así como la introducción de tecnologías de procesamiento y almacenamiento eficientes desde el punto de vista energético (como la calefacción, refrigeración, secado, molienda e iluminación por energía solar) en Kirguistán, la India, Rwanda y Mozambique.
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Collaboration with Local Companies for Adaptive Agriculture in Cambodia.